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Oración para proteger y bendecir a un hijo

julio 5, 2023
Oración para proteger y bendecir a un hijo

Oración para proteger y bendecir a un hijo

Como padres, nos preocupamos mucho por el bienestar de nuestros hijos, y queremos que estén siempre bajo la protección divina. Por eso, los invito a realizar esta oración, que está inspirada en la Biblia y en el amor de Dios.

Oración para proteger y bendecir a un hijo

Bendito y alabado seas Padre celestial,

te doy gracias por el regalo de mi hijo.

Gracias por permitirme ser su padre,

y acompañarlo por el camino de la vida.

Hoy me vengo a ti para pedirte por él.

Por favor, cúbrelo con tu sangre preciosa,

y guárdalo de todo mal y de todo peligro.

Que tu ángel de la guarda lo acompañe,

que tu Espíritu Santo sea su faro

y lo guíe por el camino de la verdad,

de la esperanza, de la fe y la bondad.

Bendice y protege a mi hijo, Señor,

dale salud, sabiduría, paz y alegría.

Que crezca en estatura y en gracia

ante ti y ante todos los hombres.

Que sea un instrumento de tu amor,

de tu paz y de tu gloria en el mundo.

Intercede en él e ilumínalo en su vida

para siga tu voluntad y tu propósito.

Rezo porque nunca se aparte de ti

ni en los momentos de prueba,

ni en los de bendición y felicidad.

Te entrego a mi hijo, Señor,

con toda confianza y esperanza.

Sé que tú lo amas más que yo,

y que tienes planes de bien para él.

Por eso, te pido que lo protejas

y lo bendigas hoy y siempre.

Amén.

Oración de protección y bendición

Padre celestial, te doy gracias

por el regalo de mi hijo (nombre).

Te pido que lo bendigas con tu amor,

con tu gracia y con tu misericordia.

Protégelo de todo mal, de todo peligro,

de toda enfermedad y toda tentación.

Guíalo por el camino del bien, la bondad,

de la verdad, de generosidad y de vida.

Ilumina su mente, fortalece su corazón

y llena su alma de tu paz y tu alegría.

Padre celestial, te encomiendo a mi hijo.

Porque tú lo conoces mejor que nadie,

sabes lo que necesita, y todo lo que sueña.

Concédele lo que sea mejor para él,

según tu voluntad y tu plan perfecto.

Que nunca le falte el pan de cada día,

ni el agua de tu Espíritu Santo.

Que siempre tenga salud, trabajo,

estudio, amigos, familia y un hogar.

Padre celestial, te entrego a mi hijo.

Tú eres su creador, su dueño, su Dios,

su salvador, su confidente y su amigo.

Te pido que lo acompañes siempre,

que lo cuides y que lo ames siempre.

Que sea un hijo fiel a ti, un buen cristiano,

un buen ciudadano y una buena persona.

Que cumpla su misión en esta tierra

y alcance la gloria eterna contigo en el cielo.

Amén.

¿Por qué debemos encomendar a Dios nuestros hijos?

Esta es una pregunta que muchos padres se hacen cuando tienen que enfrentar la pérdida de un ser querido. Encomendar a Dios un hijo significa confiar en su amor y en su plan para nuestra vida.

Significa reconocer que él es el creador y el dueño de todo lo que existe, y que sabe lo que es mejor para nosotros. Es aceptar su voluntad, aunque no la entendamos, y esperar su consuelo y su gracia.

Encomendar a Dios un hijo no es renunciar a él, sino entregarlo a sus manos, sabiendo que él lo cuidará y lo protegerá. Es una forma de expresar nuestra fe y nuestra esperanza en la resurrección, en la vida eterna, en el reencuentro con nuestros seres queridos. Encomendar a Dios un hijo es un acto de amor, de humildad, de confianza y de gratitud.