Hola, queridos lectores. Hoy quiero compartir con ustedes una hermosa oración para llamar a Jesús y sentir su presencia en nuestras vidas. Esta oración está inspirada en las palabras de algunos santos y escritores espirituales que nos enseñan a amar y confiar en el Hijo de Dios.
Oración para llamar a Jesús y sentir su presencia
Señor Jesús, te amo con todo mi corazón
y te agradezco por todo lo que has hecho por mí.
Tú eres el eterno amor de Dios vivo
de Ti procede todo lo bueno, eterno y divino.
Tú eres mi bien, mi manantial de amor
y de todo lo que necesito.
Ven a mí, oh Señor Jesús,
que mi vida transcurra en tu presencia.
Tú eres el rey, que gobierna ahora mi mundo;
trayendo perfección, amor y sabiduría.
Quiero entregarte todo lo que soy
y seguirte fielmente con alegría.
Quiero ser tu discípulo y tu amigo.
Te pido que me bendigas y me protejas
de todo lo que no sea bueno ni santo.
Te pido que me ayudes a cumplir tu voluntad
y a ser un instrumento de tu paz y de tu obra.
Te pido que me llenes de tu gracia y alegría,
que me hagas partícipe de tu misericordia
y de tu salvación aquí en la tierra.
Te adoro, te alabo y te glorifico, oh Jesús.
Eres el centro de mi vida y la razón de mi existir.
Eres el Sagrado Corazón que late por mí
y por todos los hombres.
Eres el pan vivo que me alimenta y me fortalece.
Eres el buen pastor que me cuida y me guía.
Te ofrezco este y todos los días de mi vida.
Haz de mí lo que quieras, Señor Jesús.
Me entrego en cuerpo y alma a ti.
Quiero hacer todo por amor a Ti
y por el bienestar de mis hermanos.
Quiero ser testimonio de tu amor en el mundo.
Te pido por todas las intenciones
que guardo en mi corazón.
Te pido por mi familia, mis amigos,
mis enemigos, los enfermos, los pobres,
los pecadores, los que sufren,
y por todos los que no te conocen.
Te pido por la Iglesia, por el Papa,
por los obispos, los sacerdotes,
los religiosos y por todos los laicos.
Te pido por la paz, la justicia,
la verdad, la libertad de este mundo.
Te pido todo esto en tu nombre
y por tu intercesión, oh Jesús.
Confío en Ti y espero en Ti.
Sé que Tú me escuchas y me atiendes siempre.
Sé que Tú me amas y me quieres feliz.
Amén.
Oración para Jesús
Querido Jesús, te alabo y te glorifico
por tu sacrificio en la cruz.
Te doy gracias por tu amor, tu misericordia
y tu presencia en mi vida.
Gracias por las bendiciones que me has dado
y por las que aún no conozco.
Ayúdame a vivir conforme a tu voluntad,
guíame hacia la verdad y la justicia,
protégeme de todo mal y peligro,
y lléname de tu paz y tu alegría.
Te ofrezco todo lo que soy y lo que hago,
mis pensamientos, mis palabras, mis sueños,
mis acciones, mis sentimientos, y deseos.
Te los entrego a ti, Señor Jesús,
para que los uses según tu plan divino.
Te pido perdón por mis faltas y pecados,
por las veces que te he ofendido
y por las que he ofendido a mi prójimo.
Te pido que me des la gracia de la conversión,
de la humildad y de la santidad.
Te pido también por mi familia,
por las necesidades de mis amigos,
de mi comunidad, de mi país
y las necesidades del mundo entero.
Te pido que los bendigas, que los sanes,
que los consueles, y les des esperanza y fe.
Te pido por aquellos que sufren más,
por los pobres, los enfermos, los marginados,
los perseguidos y por los oprimidos.
Te pido que les muestres tu rostro
y que sientan tu amor y compasión.
Te pido finalmente que vengas pronto
a establecer tu reino de paz y justicia.
Que se haga tu voluntad
así en el cielo como en la tierra.
Que todos mis hermanos te reconozcan
como el único Señor y Salvador.
Te lo pido todo en tu nombre, Jesús,
y en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
¿Cómo podemos sentir a Jesucristo en nuestras vidas?
Sentir a Jesucristo en nuestras vidas todos los días es una bendición que nos llena de alegría y esperanza. Él nos ama incondicionalmente y nos guía por el camino de la verdad y la luz. Podemos sentir su presencia de muchas maneras: al orar con fe, al leer las Escrituras, al servir a los demás, al asistir a la iglesia, al escuchar su voz en nuestro corazón.
Cada vez que hacemos estas cosas, nos acercamos más a Él y experimentamos su paz y su gracia. Él quiere que seamos felices y que sigamos sus mandamientos. Él es nuestro Salvador y nuestro amigo. Si le abrimos nuestro corazón, Él entrará y hará morada en nosotros. Así podremos sentir a Jesucristo en nuestras vidas todos los días. ¿Te animas a invocar a Dios hoy? Él está esperando por ti.