
Hola, queridos lectores. Hoy quiero compartir con ustedes una oración muy especial para acompañarnos en muchos momentos de la vida. Se trata de la oración a Carlos de Foucauld, un hombre que fue militar, explorador, converso, ermitaño y misionero en el desierto de Argelia. Su vida fue una aventura de fe y de amor a Dios y a los más pobres.
La oración a Carlos de Foucauld es una oración de abandono, de confianza y de entrega a la voluntad de Dios. Es una oración que nos invita a poner nuestra vida en las manos de nuestro Padre celestial, que nos ama y nos conoce mejor que nadie.
Esta oración nos ayuda a aceptar todo lo que Dios quiera hacer de nosotros, con gratitud y alegría. Nos hace hermanos y hermanas de todos los seres humanos, especialmente de los más necesitados.
La oración a Carlos de Foucauld no la escribió él mismo, sino que fue extraída de una meditación más amplia que hizo en 1896, cuando intentaba unirse a la oración de Jesús en la cruz. La misma se ha convertido en la oración común de todos los que se sienten inspirados por el ejemplo y el carisma de Carlos de Foucauld, que fue beatificado por el papa Benedicto XVI en 2005. Esta oración ha sido traducida a muchos idiomas y rezada por personas de diferentes culturas y religiones.
Oración a Carlos de Foucauld
Padre mío, me abandono a Ti.
Haz de mí lo que quieras.
Lo que hagas de mí te lo agradezco,
estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.
Con tal que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.
Pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mí amarte es darme,
entregarme en Tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.
Amén.
Oración a Carlos de Foucault para renovar la fe
Dios mío, Padre nuestro,
te alabo y te bendigo por el don de la fe,
que me has dado gratuitamente
y que me permite conocerte y amarte.
Te doy gracias por el ejemplo de Carlos de Foucault,
que supo vivir su fe con radicalidad y coherencia,
en medio de las pruebas y los desafíos
que encontró en su camino.
Te pido que por su intercesión
me concedas la gracia de renovar mi fe cada día,
de confiar plenamente en tu amor y tu misericordia,
de abandonarme a tu voluntad santa
y de servirte con alegría en los hermanos más necesitados.
Que mi fe sea como una luz que ilumine mi vida
y que me impulse a dar testimonio de ti
ante el mundo que necesita esperanza.
Te lo pido por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Una vida de amor a Dios
Carlos de Foucault fue un misionero francés que vivió en el desierto de Argelia, entre los pueblos tuareg y bereber, a principios del siglo XX. Su vida fue un testimonio de entrega, humildad y amor a Dios y a los más pobres. Murió asesinado por un grupo de rebeldes en 1916, y fue beatificado por la Iglesia católica en 2005.
Su espiritualidad se basaba en la imitación de Jesús en su vida oculta de Nazaret, en la confianza absoluta en la Providencia y en el abandono a la voluntad de Dios. Su oración era sencilla y profunda, y se inspiraba en las Sagradas Escrituras y en los escritos de los santos.
Les invito a rezar esta oración con frecuencia, especialmente en los momentos difíciles o inciertos de su vida. Les aseguro que encontrarán paz, consuelo y fortaleza en las palabras de Carlos de Foucauld, que supo vivir plenamente su vocación como hijo e hija de Dios y como hermano y hermana universal. Que Dios los bendiga y los guarde siempre. Hasta la próxima.