Hola, queridos lectores. Hoy les quiero compartir una oración muy poderosa para alejar el enemigo de nuestras vidas. El enemigo puede ser cualquier persona que nos quiera hacer daño, que nos tenga envidia, que nos mienta, que nos traicione o que nos haga brujería. Estas personas pueden estar cerca de nosotros o lejos, pero siempre buscan nuestra desgracia y nuestro sufrimiento.

La oración que les voy a enseñar es una oración a Dios, el único que puede protegernos de todo mal y librarnos de las garras del maligno. Esta oración se basa en la fe y la confianza en el poder divino, y se debe hacer con mucha devoción y sinceridad. Pues Él nos ama y nos cuida, y no quiere que suframos por culpa de los malvados. Por eso, le pedimos que nos libre de todo mal y que nos conceda su bendición y su paz.

La oración a Dios para alejar el enemigo se puede hacer en cualquier momento del día, pero se recomienda hacerla por la mañana, al despertar, o por la noche, antes de dormir. Así, empezaremos y terminaremos el día con la protección divina. También se puede hacer cuando nos sintamos amenazados o atacados por algún enemigo, ya sea visible o invisible.

Oración a Dios para alejar el enemigo

Padre Celestial,

creador de todo lo que existe,

el rey de reyes y el señor de señores,

tú que eres el alfa y el omega,

te alabo y te bendigo por tu grandeza

por tu amor infinito y tu misericordia.

Te doy gracias por todas las bendiciones

que me has dado, por la vida, la salud,

la familia, el trabajo, los amigos

y todo lo que me hace feliz.

Te pido perdón por mis pecados y faltas,

y te ruego que me ayudes

a ser una mejor persona cada día.

Padre Amado, hoy vengo ante ti

con humildad y confianza,

a pedirte que me protejas del mal,

de las tentaciones y del enemigo.

Tú conoces lo que hay en mi corazón

y sabes que es lo que me aflige.

Tú sabes quiénes son los que me envidian,

los que me quieren hacer daño

y todos los que me desean el mal.

Padre Santo, te pido que alejes

a todos esos enemigos de mi vida.

Que no puedan acercarse a mí

ni tocarme con sus malas intenciones.

Que sus planes se frustren

y se vuelvan en contra de ellos.

Que sus palabras se conviertan en ceniza

y su mirada en vacío.

Padre, cúbreme con tu sangre preciosa

y envuélveme con tu luz divina.

Que ningún mal pueda penetrar

en mi alma ni en mi cuerpo.

Que ningún hechizo ni maldición

pueda afectarme ni perturbarme.

Que ningún espíritu maligno

pueda entrar en mi casa ni en mi familia.

Padre Eterno, te pido todo esto

en el nombre de tu hijo amado Jesucristo,

nuestro salvador y redentor.

Amén.

Oración corta para alejar el enemigo

Padre Bondadoso, te alabo y te bendigo.

Te pido que me llenes de tu amor y tu paz.

Que me des la fuerza y el valor necesario

para enfrentar todas las dificultades

y los obstáculos que se presentan en mi vida.

Que me des sabiduría y discernimiento

para tomar las mejores decisiones.

Que me des gracia y prosperidad

para cumplir mis sueños y mis metas.

Padre Fiel, por favor, no me abandones

ni me desampares, te lo suplico.

Que siempre estés conmigo y me guíes

por el camino de la luz y de la bondad.

Que siempre escuches mi voz

y atiendas mis súplicas.

Que siempre seas mi refugio y mi fortaleza.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

La importancia de la oración

Orar a Dios es una forma de fortalecer nuestra relación con Él y de recibir su gracia y protección. Cuando oramos, le expresamos nuestro amor, nuestra gratitud y nuestra confianza en su plan para nuestras vidas. También le pedimos que nos ayude a enfrentar las dificultades y tentaciones que se presentan en nuestro camino, y que nos libre del mal y del enemigo que quiere destruirnos.

El enemigo es astuto y usa muchas estrategias para engañarnos, tentarnos y hacernos caer. Por eso, necesitamos orar constantemente para estar alertas y preparados para resistir sus ataques.

Orar a Dios es una forma de ponerse la armadura espiritual que nos protege del enemigo y de sus dardos de fuego. Al hacerlo, estamos declarando nuestra victoria sobre el enemigo por medio de la sangre de Cristo.

La oración a Dios es una forma de demostrar nuestra fe y nuestra esperanza en su poder y su fidelidad. Por eso, te animo a que ores a Dios todos los días, con fe y con fervor, para alejar al enemigo y vivir en paz y armonía con Dios y con los demás.